martes, 31 de marzo de 2009

Familia...

-Ya he empezado a alzar la losa de la tumba. Pesa infinito. ¡Si verás en ella a tu padre! Mucho cariño le tienes, cuando por verle pasas una noche tan dura... ¡Pero el amor de un hijo! Mucho merece un padre...

-¡Un padre! ¿Por qué? Nos engendran por su gusto, nos crían por obligación, nos educan para que les sirvamos, nos casan para perpetuar sus nombres, nos corrigen por caprichos, nos desheredan por injusticia, nos abandonan por vicios suyos.

-Será tu madre... mucho debemos a una madre.

-Aún menos que al padre; nos engendran también por su gusto, tal vez por su incontinencia; nos niegan el alimento de la leche que naturaleza les dio para este único y sagrado fin, nos vician con su mal ejemplo, nos sacrifican a sus intereses, nos hurtan las caricias que nos deben, y las depositan en un perro o en un pájaro.

-¿Algún hermano tuyo te fue tan unido que vienes a visitar los huesos?

-¿Qué hermano conocerá la fuerza de esta voz? Un año más de edad, algunas letras de diferencia en el nombre, igual esperanza de gozar un bien de dudoso derecho y otras semejantes imprimen tal odio en los hermanos, que parecen fieras de distintas especies, y no frutos de un vientre mismo.

-Ya caigo en lo que puede ser: aquí yace, sin duda, algún hijo que se te moriría en lo más tierno de su edad.

-¡Hijos! ¡Sucesión! Éste, que antes era tesoro con que naturaleza regalaba a sus favorecidos, es hoy un azote con que no debiera castigar sino a los malvados. ¿Qué es un hijo? Sus primeros años... un retrato horrendo de la miseria humana. Enfermedad, flaqueza, estupidez, molestia y asco... Los siguientes años... un dechado de los vicios de los brutos, poseídos en más alto grado... Lujuria, gula, inobediencia... ambición, soberbia, envidia, codicia, venganza, traición y malignidad: pasando de ahí... ya no se mira el hombre como hermano de los otros, si no como a un ente supernumerario en el mundo. Créeme, Lorenzo créeme. Tú sabrás cómo son los muertos, pues son el objeto de tu trato... yo sé lo que son los vivos... Entre ellos me hallo con demasiada frecuencia... Éstos son... no... no hay otros; todos a cual peor... yo sería peor que todos ellos si me hubiera dejado arrastrar de sus ejemplos.

1 comentario:

Portinari dijo...

Me da miedo este texto. Es demasiado negativo, es oscuro e irresoluto.