jueves, 16 de abril de 2009

-Podría pintar mil años - murmuró Salvat en su lecho de muerte -y no cambiaría ni un ápice la barbarie, la ignorancia y la bestialidad de los hombres. La belleza es un soplo contra el viento de la realidad, Germán. Mi arte no tiene sentido. No sirve para nada...

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