Y cuando menos se lo esperan...

El olor de la pólvora. Humo cabalgando el viento que roza mi cara. Esos idiotas nunca comprenderán por qué lo hago en realidad.

Surco el espacio entre la columna y el muro y caigo en plancha tras la pared que me protegerá de la metralla. Me tapo los oídos y espero.

Uno... Dos... Tres...

Primero llega el sonido de la explosión. Cuando lo has escuchado varias veces aprendes a adivinar el instante en que mueren tus víctimas. Después, el sonido de los trocitos de distintos materiales cayendo al suelo y rebotando. Al final calma, salpicada de algún que otro crujido.

Me levanto lentamente empuñando mis dos pistolas, decidido a salir de esa maldita fábrica gris de dinero. Si al menos tuviera un buen diseño, la visita hubiera valido la pena. Salgo a las oficinas. Metal quemado y cuerpos inertes. Disparo a un esbirro agonizante y siento su muerte en el retroceso de mi arma.

Camino impasible por el pasillo, bajo por el ascensor pensando en mis vacaciones. Y, al llegar al enorme recibidor de cristal, las puertas se abren.

Allí está. Ese maldito pollo humanoide me mira con sus ojos fríos y negros como el caparazón de un escarabajo. Su pico está cerrado y precede a una mueca de amargura. Lleva un M4A1.

-Estamos rodeados por la policía. -Dice. Tiene la voz de Bruce Willis.

-Entonces démosles un buen espectáculo.

Por fin a solas con mi archienemigo. Será una batalla memorable.

...

-¡Que llegas tarde a clase!

-¡Mierda!
...
...
...
...
...
Y en cuanto menos se lo esperan.. Paranoia!!

Hoy suena: Cartoons - Witch Doctor (yeah... tengo el día freak!)